Aji de Pollo
El Ají de Pollo es un clásico de la cocina peruana, conocido por su sabor cremoso y ligeramente picante. Este plato consiste en un guiso de pollo desmenuzado, cocido en una suave salsa hecha a base de ají amarillo, pan remojado o galletas, leche evaporada, nueces, y especias. La mezcla se cocina hasta que se espese, creando una textura aterciopelada que envuelve cada trozo de pollo. Se sirve típicamente sobre papas sancochadas, acompañado de arroz blanco, aceitunas y huevo duro. El Ají de Pollo es apreciado por su combinación equilibrada de sabores, que va desde lo picante hasta lo suave y cremoso, ofreciendo una experiencia culinaria única y reconfortante.
Aquí tienes la receta del Ají de Pollo al estilo Wilmercook, un plato clásico de la cocina peruana que destaca por su cremosidad y sabor ligeramente picante.
Ingredientes:
1 pechuga de pollo entera (aprox. 500 g)
2 panes (francés o de molde) o 4 galletas de soda
1 taza de leche evaporada o fresca
1 cucharda de aji mirasol o aji panca
1 cucharada de pasta de ají amarillo
1 cebolla mediana, picada finamente
2 dientes de ajo, picados
1/4 taza de nueces o almendras molidas (opcional)
50 g de queso parmesano rallado
1/4 taza de aceite vegetal
1 taza de caldo de pollo (de la cocción del pollo)
Sal, pimienta, y comino al gusto
4 papas sancochadas
2 huevos duros, cortados en mitades
Aceitunas negras para decorar
Instrucciones:
Cocinar el Pollo:
Coloca la pechuga de pollo en una olla con agua y una pizca de sal. Cocina a fuego medio hasta que el pollo esté bien cocido (unos 20-25 minutos). Retira el pollo y déjalo enfriar. Guarda el caldo de la cocción para usarlo más adelante.
Una vez frío, deshilacha el pollo en tiras finas y resérvalo.
Preparar la Base de Pan:
Remoja el pan en la leche evaporada hasta que se ablande completamente. Si usas galletas de soda, tritúralas y licualas con la leche hasta formar una masa suave.
Sofreír los Ingredientes:
En una sartén grande, calienta el aceite vegetal a fuego medio. Añade la cebolla picada y los ajos, agregamos sal, pimienta y comino sofríe hasta que la cebolla esté transparente y dorada.
Agrega la pasta de ají amarillo. Cocina por unos minutos hasta que los sabores se integren.
Incorporar el Pan Remojado:
Añade la mezcla de pan y leche a la sartén, revolviendo constantemente. Cocina a fuego medio-bajo hasta que la mezcla espese y adquiera una textura cremosa.
Incorpora las nueces o almendras molidas (si las usas) y el queso parmesano rallado, mezclando bien.
Añadir el Pollo Deshilachado:
Agrega el pollo deshilachado a la sartén y mezcla para que se impregne bien con la salsa. Si la mezcla está muy espesa, añade un poco del caldo de pollo reservado hasta alcanzar la consistencia deseada.
Sazonar y Cocinar:
Sazona con sal, pimienta, y una pizca de comino al gusto. Cocina a fuego bajo por unos minutos más, permitiendo que los sabores se integren por completo.
Servir:
Sirve el Ají de Pollo sobre papas sancochadas, acompañado de arroz blanco. Decora con mitades de huevo duro y aceitunas negras.
Consejos de Wilmercook:
Toque Especial: Para un sabor más auténtico, puedes asar el ají amarillo antes de usarlo, lo que le dará un ligero sabor ahumado.
Textura Perfecta: Asegúrate de que la mezcla no quede demasiado líquida; debe tener una consistencia cremosa que cubra bien el pollo.
¡Disfruta de este Ají de Pollo, un plato lleno de historia y sabor, perfecto para cualquier ocasión!
HISTORIA
El Ají de Pollo tiene sus raíces en la cocina colonial peruana, uniendo influencias europeas e indígenas en un plato que se ha convertido en un símbolo de la gastronomía peruana. Su origen se remonta al siglo XIX, durante la época del Virreinato del Perú, cuando la cocina peruana empezó a fusionar ingredientes locales con técnicas europeas, especialmente españolas.
Una de las teorías más interesantes sobre el origen del Ají de Pollo está relacionada con las monjas francesas que llegaron al Perú durante el siglo XIX. Se dice que estas religiosas, que formaban parte de órdenes como las Carmelitas y las Clarisas, trajeron consigo recetas europeas tradicionales que influyeron en la cocina peruana.
El plato que más se asocia con esta historia es el Manjar Blanco o "Blancmange," un guiso de pollo europeo de origen medieval que era popular en Francia y España. Esta receta originalmente combinaba pollo desmenuzado con almendras, azúcar, y especias, creando un plato dulce y salado.
Cuando las monjas francesas llegaron al Perú, adaptaron este platillo utilizando ingredientes locales, lo que llevó a la creación del Ají de Pollo. En lugar de usar azúcar y almendras, optaron por incluir el ají amarillo, un ingrediente fundamental en la cocina peruana, junto con pan remojado y leche, para crear una salsa cremosa y ligeramente picante. De esta manera, la influencia de las monjas francesas fue clave en la transformación del antiguo manjar blanco en el Ají de Pollo que conocemos hoy.
Este relato resalta la capacidad de la cocina peruana para absorber y adaptar influencias extranjeras, combinándolas con ingredientes y sabores locales para crear nuevos y deliciosos platos. Así, el Ají de Pollo se convirtió en un símbolo de la rica fusión cultural que caracteriza a la gastronomía del Perú.