El talento no es suficiente: La importancia de la disciplina en la cocina

El talento puede abrirte la puerta en el mundo de la cocina, pero no garantiza el éxito.

wilmercook

10/21/20242 min read

talento en la cocina
talento en la cocina

Sin talento, pero con determinación

Desde el principio, no tuve una habilidad natural que me distinguiera. No era de esos que, desde niño, parecían saber exactamente cómo cocinar un plato espectacular. Mi pasión por la cocina creció con el tiempo, llamémosle necesidad.... y eso se convirtió en pasión sentir el regocijo de talvez la mentira de las personas que comían mis primeras comidas eso me llevo a hacerlo de manera profesional y fue así que me inscribí para llevar la formación de arte culinario, pero sabía que, si quería destacar, tendría que esforzarme más que otros. Así comenzó mi camino, uno que estuvo lleno de formación, experimentación y errores.

La importancia de la formación

Lo que me permitió convertirme en el cocinero que soy hoy fue la formación. Estudiar las técnicas, aprender de los errores, trabajar duro en cada restaurante y cada cocina donde estuve. No importa si la creatividad no fluía naturalmente, lo compensaba con disciplina. Aprendí a dominar la cocina al vacío, perfeccioné platos peruanos y descubrí las brasas, todo gracias a la constante dedicación y la búsqueda de conocimiento.

El cocinero se hace con diciplina

Mi experiencia me ha demostrado que cualquiera que quiera ser un cocinero profesional puede lograrlo. Si yo lo logré, sin un talento especial, tú también puedes. La clave está en no dejarse vencer por las limitaciones y en buscar siempre mejorar, paso a paso. El esfuerzo y la disciplina siempre darán sus frutos.

Así que, para responder a la pregunta, en mi opinión, el cocinero se hace. Si bien algunas personas pueden nacer con un talento natural, en mi caso, y en muchos otros que he conocido, es la formación, la práctica y la perseverancia lo que verdaderamente te hace crecer en este arte.

La disciplina es lo que te permite levantarte cada día y mejorar. Es lo que te hace practicar una técnica una y otra vez hasta que la dominas. Mientras que el talento puede facilitar el comienzo, es la disciplina la que te lleva más lejos, ayudándote a superar los desafíos y a seguir adelante incluso cuando las cosas se ponen difíciles.

Sin una base sólida de esfuerzo y dedicación, el talento puede quedarse estancado. Por eso, en la cocina —como en la vida— la verdadera clave del éxito es la combinación de ambos: talento y disciplina. Pero si tuviera que elegir uno, siempre me quedaría con la disciplina, porque es lo que te impulsa a seguir mejorando, sin importar los obstáculos.

El talento puede abrirte la puerta en el mundo de la cocina, pero no garantiza el éxito. Muchas personas tienen un don natural para mezclar sabores o crear platos hermosos, pero sin disciplina, ese talento queda incompleto. La cocina profesional no solo requiere creatividad, sino también constancia, precisión y compromiso diario.