Keke de piña

El keke de piña es un delicioso bizcocho tropical que se caracteriza por su suave textura y su sabor refrescante a piña. Este postre combina la dulzura natural de la fruta con una masa esponjosa, logrando un equilibrio perfecto entre lo dulce y lo ácido. Generalmente, se prepara con piña fresca o en almíbar, que se incorpora en la masa o se coloca en la base del molde, creando un atractivo efecto de piña caramelizada cuando se desmolda.

Es ideal para disfrutar en cualquier momento del día, ya sea como postre o acompañamiento de un café o té. La piña, al cocinarse, libera su jugo, lo que añade humedad al keke, haciendo que cada bocado sea suave y lleno de sabor. Es un clásico en muchas cocinas y una excelente opción para quienes disfrutan de postres frutales.

Aquí te doy la receta del keke de piña al estilo Wilmercook, ideal para sorprender con su textura suave y el sabor tropical de la piña:

Ingredientes:

  • 1 lata de piña en almíbar (6 rodajas y 1/2 taza de almíbar)

  • 2 tazas de harina de trigo

  • 1 1/2 cucharaditas de polvo de hornear

  • 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio

  • 1/4 cucharadita de sal

  • 1 taza de azúcar rubia

  • 1/2 taza de mantequilla (a temperatura ambiente)

  • 3 huevos

  • 1 cucharadita de esencia de vainilla

  • 1/2 taza de leche

  • 1/4 taza de azúcar blanca (para caramelizar)

  • Cerezas para decorar (opcional)

Instrucciones:

  1. Precalentar el horno a 180°C (350°F) y engrasar un molde redondo o rectangular.

  2. Caramelizar el molde: En una sartén pequeña, derrite la azúcar blanca a fuego bajo hasta que se forme un caramelo dorado. Vierte rápidamente el caramelo en el fondo del molde, esparciéndolo uniformemente.

  3. Colocar las rodajas de piña: Sobre el caramelo, coloca las rodajas de piña de manera que cubran el fondo del molde. Si deseas, puedes añadir una cereza en el centro de cada rodaja.

  4. Mezclar los ingredientes secos: En un bol, tamiza la harina, el polvo de hornear, el bicarbonato y la sal. Mezcla bien y reserva.

  5. Batir la mantequilla y azúcar: En otro bol, bate la mantequilla con la azúcar rubia hasta obtener una mezcla cremosa y suave. Luego, añade los huevos uno por uno, batiendo bien después de cada adición. Agrega la esencia de vainilla.

  6. Incorporar ingredientes líquidos y secos: Alterna agregando la mezcla de harina y la leche a la mezcla de mantequilla, comenzando y terminando con la harina. Bate solo hasta que los ingredientes estén bien integrados.

  7. Agregar el almíbar: Añade la 1/2 taza de almíbar de piña a la mezcla y bate hasta que esté completamente integrado. Esto le dará un toque extra de sabor y humedad al keke.

  8. Verter la mezcla en el molde: Vierte la mezcla sobre las rodajas de piña en el molde caramelizado, asegurándote de que quede uniforme.

  9. Hornear: Lleva al horno y hornea durante 45-50 minutos, o hasta que, al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.

  10. Desmoldar: Deja reposar el keke unos 10 minutos. Luego, pasa un cuchillo por los bordes del molde y voltea el keke sobre una bandeja para que las piñas caramelizadas queden en la parte superior.

¡Listo para disfrutar! Este keke de piña estilo Wilmercook es perfecto para cualquier ocasión, con un balance ideal entre lo esponjoso y lo frutal.

Crónica, relación o leyenda….

La historia del keke de piña se remonta a la influencia de la repostería europea en América Latina, particularmente la tradición de los pasteles o "kekes", que se popularizó en el siglo XIX. Con la llegada de los colonizadores europeos, diversas técnicas de repostería fueron introducidas en el continente, mezclándose con ingredientes y sabores locales.

Orígenes:

  • Influencias: La piña, originaria de América del Sur, fue cultivada y utilizada en diversas preparaciones, tanto dulces como saladas. Su popularidad creció en la repostería, especialmente cuando se comenzaron a utilizar frutas en los pasteles, aportando no solo sabor, sino también una hermosa presentación.

  • Adaptaciones locales: A medida que las recetas europeas se asentaron en diferentes países de América Latina, comenzaron a adaptarse a los ingredientes disponibles y las tradiciones culinarias locales. En el caso del keke de piña, la fusión de técnicas de horneado con la frescura de la piña resultó en un postre único.

Popularización:

  • En países como Perú, el keke de piña se convirtió en un postre común para celebraciones y ocasiones especiales. Con el tiempo, cada región desarrolló sus propias variantes y métodos de preparación, incorporando diferentes ingredientes como especias o licores, según las preferencias locales.

  • Hoy en día, el keke de piña es un postre muy apreciado en muchas culturas, conocido por su jugosidad y el contraste entre el caramelo y la acidez de la fruta, convirtiéndose en un clásico en muchas mesas y celebraciones.

Así, el keke de piña no solo es un delicioso postre, sino también un símbolo de la fusión de culturas y tradiciones culinarias que han dado forma a la gastronomía en América Latina.

Singularidades

Aquí tienes tres singularidades del keke de piña:

  1. Textura Húmeda y Suave: Una de las características más destacadas del keke de piña es su textura húmeda y esponjosa. La piña, al ser un ingrediente clave, no solo añade un sabor refrescante, sino que también proporciona humedad al bizcocho, lo que lo hace particularmente suave y agradable al paladar.

  2. Caramelo y Presentación Atractiva: El keke de piña se prepara comúnmente con un caramelo que se coloca en el fondo del molde, creando un hermoso efecto visual al desmoldar. Las rodajas de piña caramelizadas no solo realzan la presentación del postre, sino que también aportan un contraste delicioso entre la dulzura del caramelo y la acidez natural de la piña.

  3. Versatilidad en Ingredientes: Aunque la receta clásica utiliza piña en almíbar, este postre permite muchas variaciones. Se puede incorporar otras frutas, especias como canela o jengibre, o incluso añadir nueces o coco, adaptándose a diferentes gustos y preferencias, lo que lo convierte en un postre adaptable y creativo.

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