Leche asada
La leche asada es un postre tradicional latinoamericano, especialmente popular en Perú y Chile. Se caracteriza por su textura suave y cremosa, similar a la del flan, pero con una superficie ligeramente dorada y crujiente, que le otorga su distintivo toque caramelizado. Este postre se elabora a base de leche, azúcar, huevos y vainilla, los cuales se mezclan y se hornean hasta que adquiere una consistencia firme y un delicioso dorado en la parte superior.
Su sabor es delicado y reconfortante, con un equilibrio entre la dulzura de la leche y el suave aroma de la vainilla. La leche asada es perfecta para disfrutarla fría o a temperatura ambiente, y suele ser un postre casero muy querido por su simplicidad y tradición.
Aquí tienes la receta de Leche Asada al estilo Wilmercook, con un toque tradicional y fácil de preparar:
Ingredientes:
1 litro de leche fresca
6 huevos
1 taza de azúcar (200 g)
1 cucharadita de esencia de vainilla
1 pizca de canela en polvo (opcional)
Azúcar extra para caramelizar el molde (unas 4 cucharadas)
Instrucciones:
1. Preparar el caramelo:
En una sartén a fuego medio, derrite azúcar hasta que se vuelva líquida y tenga un color ámbar. No la muevas demasiado para evitar que se cristalice.
Vierte el caramelo en el fondo de un molde apto para horno y distribúyelo uniformemente. Deja enfriar para que el caramelo se endurezca.
2. Mezclar los ingredientes:
En un bol grande, bate los huevos con la taza de azúcar hasta que estén bien integrados y ligeramente espumosos.
Agrega la leche, la esencia de vainilla y la pizca de canela (si la estás usando), y mezcla bien hasta que todos los ingredientes se combinen.
3. Hornear:
Precalienta el horno a 180°C (350°F).
Vierte la mezcla de leche y huevos en el molde caramelizado.
Lleva el molde al horno, colocándolo dentro de una bandeja grande con un poco de agua caliente (esto se llama baño maría), para que la cocción sea suave y uniforme.
Hornea por 50-60 minutos, o hasta que la superficie esté dorada y al insertar un cuchillo en el centro, este salga limpio.
4. Dejar enfriar y servir:
Retira la leche asada del horno y deja enfriar a temperatura ambiente. Luego, refrigera por al menos 2 horas antes de servir.
Para servir, corta porciones individuales y disfruta de la mezcla perfecta de la crema suave con el caramelo.
Tips Wilmercook:
Si quieres un toque extra de sabor, puedes agregar ralladura de limón o naranja a la mezcla.
Sirve con una ligera espolvoreada de canela en polvo para darle un acabado final elegante.
¡Listo! Con esta receta, tendrás una Leche Asada cremosa y deliciosa, perfecta para compartir.
Crónica, relación o leyenda….
La leche asada es un postre tradicional que tiene sus raíces en América Latina, particularmente en países como Perú, Chile y algunos lugares de España. Su historia se remonta a la influencia de la repostería europea en el continente, especialmente la española, durante la época colonial. Se cree que el postre proviene de antiguas recetas europeas como los flanes y natillas, que fueron adaptadas por las cocineras locales con ingredientes disponibles en sus regiones.
A diferencia del flan, que se cuece al baño maría, la leche asada se hornea directamente, lo que le da su característica capa dorada y ligeramente crujiente en la parte superior. Este proceso de cocción más simple fue clave para su popularización, ya que no requería equipo especializado y podía hacerse fácilmente en hornos caseros.
La leche, los huevos y el azúcar eran ingredientes básicos y comunes en las casas coloniales, lo que facilitó su elaboración. Con el tiempo, este postre se convirtió en una opción reconfortante y económica, especialmente en los hogares rurales. Su simplicidad, pero delicioso sabor, hizo que se mantuviera popular a través de las generaciones.
Hoy en día, la leche asada sigue siendo un postre querido por su sencillez y versatilidad, con variaciones regionales que pueden incluir un toque de canela, cáscaras de limón o naranja, y algunas versiones con caramelo. Es el tipo de postre casero que evoca recuerdos familiares y ocasiones especiales, manteniendo viva una tradición que mezcla la herencia colonial con los sabores locales.
Aquí tienes tres singularidades de la leche asada:
Capa dorada crujiente: A diferencia de otros postres similares como el flan, la leche asada se hornea sin baño maría, lo que crea una capa dorada y ligeramente crujiente en la superficie, que contrasta con su interior suave y cremoso.
Fácil de preparar: Es un postre sencillo que no requiere técnicas complejas ni ingredientes difíciles de encontrar. Con solo leche, huevos, azúcar y vainilla, se puede lograr una preparación casera deliciosa y rápida.
Versatilidad regional: Aunque la receta básica es similar, cada región le da su toque especial. En algunas versiones se le añade canela, ralladura de limón o naranja, mientras que en otras se sirve con caramelo o frutas para darle un giro único y local.