Los recuerdos de las machas: Una lección para el futuro

el atentado inescrpuloso contra la macha que tuvo que migrar al sur tal cual peruano de a pie que salió al exterior por un porvenir mejor

wilmercook

10/24/20245 min read

la machas veda
la machas veda

Cuando tenía 11 años, había una comida que esperaba con ansias cada martes ya que mi abuela cocinaba el arroz con machas. Para mí, ese platillo era un pequeño milagro culinario. Sin saber que era lo más barato de la despensa nacional. Las machas eran tiernas, jugosas, y el arroz que mi abuela preparaba tenía un sabor inigualable. Cada bocado era como una explosión de mar en la boca, y no exagero al decir que, para mí, era la mejor comida del mundo. Las machas parecían estar siempre a nuestra disposición en Perú, como si el mar nos regalara su abundancia de manera infinita.

En aquellos días, era común ver a los pescadores trayendo canastas llenas de machas a los mercados. No había preocupación por su escasez; las machas estaban en su apogeo, y la pesca era generosa. Mi abuela siempre me contaba que las machas eran parte de la identidad de nuestra costa, y que generaciones antes de la mía habían vivido rodeadas de la riqueza del mar. Comíamos con gratitud, pero sin pensar en lo frágil que podía ser esa abundancia.... léase el misterio de las ostras extintas que pusieron nombre a emblemática ciudad LA PERLA.

Sin embargo, lo que en ese entonces no entendíamos, o quizá no queríamos ver, era que esa riqueza marina no era infinita. A medida que los años pasaron, la demanda de machas aumentó, y la sobrepesca comenzó a pasar factura. Poco a poco, lo que parecía interminable empezó a desaparecer. Hoy, las machas, esas mismas que llenaban mi plato cuando era niño, están en veda permanente debido a su drástica disminución.

A veces me pregunto cómo explicarle a la nueva generación lo que significaba para mí sentarme frente a un plato de arroz con machas, sabiendo que ahora es un lujo casi imposible de conseguir. ¿Cómo transmitir la emoción de saborear algo tan ligado a mi infancia, mientras vivimos en un tiempo en que esas machas ya no pueden ser pescadas? Solo me escuchan y dicen entre si este loco de que habla... no entienden la emoción de hablar de cocina.

La verdad es que no solo se trata de recordar lo que una vez tuvimos, sino de aprender de nuestros errores. La historia de las machas es un recordatorio de lo que sucede cuando no respetamos el equilibrio natural. Lo que una vez fue una fuente inagotable de alimento se convirtió en un recurso amenazado. Nos dejamos llevar por la creencia de que el mar siempre nos daría lo que necesitábamos, sin detenernos a pensar en las consecuencias de nuestra depredación.

Hoy, más que nunca, tenemos la responsabilidad de enseñar a las nuevas generaciones la importancia de salvaguardar nuestros recursos marinos. No podemos permitir que lo que le pasó a las machas le suceda a otras especies. Es necesario fomentar la pesca responsable, respetar los ciclos naturales y entender que el mar no es una fuente ilimitada de recursos. Si no cuidamos la vida marina, perderemos no solo alimentos, sino también una parte de nuestra identidad y cultura.

Preservar el mar es mucho más que un deber ecológico; es un acto de respeto hacia nuestra historia, hacia las futuras generaciones y hacia la naturaleza que nos da vida. Quizá, si todos aprendemos esta lección, algún día las machas puedan regresar, y las futuras generaciones puedan conocer el sabor de ese arroz con machas que mi abuela preparaba, sin miedo a que desaparezcan nuevamente.

Talvez lo mejor del mundo. algo que jamás volverá a sentir mi paladar....

LAS VEDAS

La veda es una medida de conservación establecida por las autoridades para proteger la reproducción y sostenibilidad de ciertas especies marinas o terrestres. Durante el período de veda, está prohibida la pesca, caza o recolección de especies específicas para permitir que estas se reproduzcan, crezcan y mantengan sus poblaciones en niveles saludables.

Importancia de la veda:

  1. Preservación de la biodiversidad: La veda asegura que las especies no sean explotadas hasta el punto de la extinción, lo que ayuda a mantener el equilibrio en los ecosistemas.

  2. Sostenibilidad económica: Al garantizar la reproducción y crecimiento de las especies, las vedas aseguran la continuidad de las actividades económicas como la pesca y el comercio de productos marinos.

  3. Prevención de crisis ecológicas: Casos como el de las machas en el Perú, que pasaron de ser un recurso abundante a entrar en una veda permanente, son un ejemplo de lo que ocurre cuando no se respetan los períodos de recuperación. Esto no solo afecta a la economía, sino también a la identidad cultural, ya que platos típicos que dependen de estos productos se ven amenazados.

El caso de las machas en el Perú:

El caso de las machas en el Perú es un ejemplo emblemático de cómo la sobreexplotación y la falta de regulación pueden llevar a la casi desaparición de un recurso natural. Las machas, un molusco bivalvo que habita principalmente en las playas arenosas de la costa peruana, fueron durante décadas un ingrediente abundante y muy valorado en la gastronomía peruana, especialmente en platos como cebiches, sopas marinas y arroces.

La abundancia de las machas:

En las décadas de los 70 y 80, las machas eran extremadamente abundantes en las playas de Perú, como las de Ancón, Paracas y otras zonas costeras. Su consumo era cotidiano, y su fácil acceso hacía que fuera uno de los recursos más apreciados por los pescadores artesanales y la población local. Sin embargo, este recurso natural comenzó a enfrentar serios problemas a partir de la falta de control en su extracción.

El problema:

  1. Sobreexplotación: La demanda creciente, tanto local como internacional, llevó a una pesca intensiva de las machas. Muchas veces, se recolectaban incluso ejemplares jóvenes, lo que impedía su reproducción.

  2. Falta de regulación y fiscalización: Durante años, no existieron políticas claras ni supervisión efectiva para garantizar la sostenibilidad del recurso. Esto permitirá que se pescara sin respetar los límites de captura o períodos de reproducción.

  3. Impacto ambiental: El cambio climático y las alteraciones en los ecosistemas marinos, como la contaminación de las playas, también contribuyeron al declive de las poblaciones de machas.

La consecuencia:

Hacia los años 90 y 2000, las poblaciones de machas disminuyeron predominantemente. Esto llevó a la implementación de una veda indefinida, lo que significa que su extracción está completamente prohibida para permitir la recuperación de la especie. Sin embargo, debido a la gravedad de la situación, las máquinas no han logrado repoblarse de manera significativa.

Reflexión:

El caso de las machas es un llamado de atención sobre la importancia de manejar los recursos naturales de manera responsable. Este molusco, que fue una joya de la cocina peruana, ahora es prácticamente inaccesible, no solo para los chefs y pescadores, sino también como parte de la identidad cultural del Perú.

Respetar las vedas, educar a las nuevas generaciones y promover prácticas de pesca sostenible son fundamentales para evitar que historias como la de las machas se repitan con otros recursos marinos. Este caso es un ejemplo claro de cómo la depredación puede impactar no solo el medio ambiente, sino también la gastronomía y la economía de una nación.

Respetar la veda no solo es una responsabilidad ambiental, sino también un acto de compromiso con las futuras generaciones, quienes tienen derecho a disfrutar de los mismos recursos naturales que nosotros.

No respetar la veda es un acto que tiene consecuencias profundas, tanto para el ecosistema como para nosotros mismos. Las vedas existen para darle a la naturaleza el tiempo y el espacio necesarios para regenerarse, para que las especies puedan recuperarse y mantener el equilibrio del ecosistema marino. Cuando no las respetamos, aceleramos la destrucción de ese equilibrio, poniendo en riesgo la biodiversidad y, con ello, los recursos de los que dependemos.